El 29% de un grupo de jueces 100% humanos consideró que Eugene Goostman era un niño de 13 años. Sin embargo, en realidad era un chatbot, un programa que imitó ser un niño, logrando un nivel relativamente alto de convencimiento de los jueces.
El Test de Turing, propuesto por Alan Turing, intenta determinar la inteligencia artificial. Si un robot logra engañar a una persona y hacerle pensar que está conversando con un humano el 30% de las veces, entonces ese robot es “inteligente”. Goostman casi lo logra con el 29%.
En el concurso compitieron cinco software, camuflados entre 25 humanos más, donde los jueces debían chatear con cada uno de ellos y determinar si se trataba de un bot o de una persona.
A diferencia de otros bots, Goostman tiene una personalidad fija, y siempre es un chico de 13 años de Ucrania que tiene un cuy como mascota. Su padre es un ginecólogo. Otros chatbots usan información de redes sociales o conversaciones anteriores para armar sus respuestas y tratar de parecer humanos. Puedes conversar con el bot (en inglés) aquí.
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