Definitivamente, en Canonical no gustó mucho toda la crítica recibida previo al lanzamiento de Ubuntu Quantal Quetzal, y por eso acaban de anunciar una movida que de seguro va a traerles más críticas aún: algunas partes clave del nuevo Ubuntu 13.04 serán desarrolladas en privado y lejos del ojo escrutador de la comunidad.
Mark Shuttleworth, uno de los líderes en el desarrollo de Ubuntu, explica sus motivos: “Nos dimos cuenta que los críticos van a ser críticos siempre, discutas con ellos las nuevas ideas o no”. Considerando lo anterior, la gente detrás de Ubuntu prefiere que con la próxima versión, las críticas lleguen cuando todo esté listo y no antes, también como una manera de tener un golpe publicitario mayor.
No es exactamente una mala idea ni mucho menos, pero sí atenta un poco contra lo que ha sido el desarrollo de Ubuntu a lo largo del tiempo. Esta vez, para conocer de antemano lo que se venga en la nueva versión (Raring Ringtail) habrá que tener cierta “credibilidad establecida” dentro de la comunidad que colabora con el desarrollo, algo que seguramente no va a caer bien dentro de esa misma comunidad.
Actualización: En vista de lo poco bien que cayó el anuncio original de Canonical entre la comunidad, Mark Shuttleworth quiso aclarar que nada de esto significa que el desarrollo de Ubuntu va a ser “menos abierto que antes”. La idea es invitar a más gente a que contribuya con sus ideas sobre el proyecto, y seguramente los cambios a los que apunta Canonical se enfocan en la cobertura mediática que va a recibir la nueva versión.