Felix Baumgartner es un temerario. No cualquiera es capaz de ser un paracaidista, y menos aún lanzarsedesde 23 kilómetros de altura en búsqueda de romper el récord no sólo de paracaidismo, sino que también de buscar romper la barrera del sonido con su cuerpo.
El próximo lunes Baumgartner se lanzará en Roswell, Estados Unidos, desde una altura de 37 kilómetros. Para lograrlo recurrirán al globo de helio más grande del mundo, el que elevará una cabina presurizada hasta una altura que supera en más de cuatro veces la del monte Everest.
El gigantesco globo requerirá a 10 personas para inflarlo –durante casi una hora– con 834.500 metros cúbicos de helio hasta que alcance una altura de 101 metros. Está construido de polietileno y será bastante frágil, pues tendrá un grosor de 20 micrómetros, el equivalente a una bolsa de basura de mala calidad. Eso sí que es ser temerario.