La investigación realizada por la Universidad de Noruega de Ciencia y Tecnología señaló que las emisiones de efecto invernadero aumentan considerablemente si se usa carbón para generar electricidad.
Las instalaciones dedicadas a la producción de automóviles impulsados por energía eléctrica emiten una mayor cantidad de desechos tóxicos que las fábricas de coches a gasolina, indicó el informe publicado en el Journal of Industrial Energy.
A pesar de eso, muchos vehículos eléctricos resultan ventajosos desde una perspectiva ambiental, señalaron los investigadores. “La conclusión de nuestro estudio no es que debemos abandonar la producción de autos eléctricos, sino que hay que trabajar mucho más en la fase de producción y centrarse en producir energía eléctrica limpia”, señaló uno de los autores del estudio, Anders H. Stromman.
La investigación comparó el impacto ambiental de los ciclos vitales de autos convencionales y eléctricos. “El estudio refleja que la fase de producción de estos autos resulta más intensiva a nivel medioambiental”, explica el reporte final.
A esto hay que agregar que la producción de baterías y motores eléctricos necesita una gran cantidad de materiales tóxicos como níquel, aluminio y cobre, por lo que su impacto por acidificación es mucho mayor. Producto del alto impacto ambiental de los autos eléctricos en su fase de producción, los vehículos han contaminado bastante incluso antes de tocar el asfalto. De todas formas, si los autos se cargan con energía eléctrica proveniente de fuentes bajas en carbono, podrían compensar las emisiones y ofrecer una potencial solución a largo plazo a la emisión de gases de efecto invernadero.
En zonas donde los combustibles fósiles son la principal fuente de energía, los vehículos eléctricos no ofrecen beneficios reales y causan más daño que bien, afirmó el estudio. “Es contraproducente promocionar la producción de este tipo de vehículos en regiones donde la electricidad es producida principalmente a partir de lignito, carbón o incluso combustión con aceite”.
Sin embargo, en aquellos lugares donde se produce energía limpia, las ventajas de los autos eléctricos son considerables. “En Noruega, por ejemplo, donde producimos una gran cantidad de electricidad de forma limpia, a través de centrales hidroeléctricas, los autos eléctricos tienen mucho más sentido que en países donde produzcan la mayor parte de su electricidad con carbón”, dijo Stromman.
Es de esperar que los mercados se abran a este tipo de vehículos y generen las condiciones para que su producción y costos ambientales sea compensado y así podemos dejar de lado la dependencia por los combustibles fósiles.
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