La cuota de mercado de los navegadores de Microsoft (Internet Explorer y Edge) volvió a caer en el mes de septiembre en un declive que no parece tener fin y era impensable hasta hace no muchos años cuando monopolizaban el sector de la navegación web.
Con los datos de la firma de análisis Net Applications, ComputerWorld ha publicado un artículo demoledor que muestra la caída de cuota de mercado de los navegadores de Microsoft. La cuota combinada de Internet Explorer y Edge cayó 1,9 puntos porcentuales en el mes de septiembre, para una cuota total del 30,6%, muy por debajo del 54,4 por ciento que obtiene el Chrome de Google.
La tendencia a la baja se acumula y la caída de septiembre fue la sexta consecutiva. IE y Edge han perdido 18 puntos porcentuales en lo que va de este año. Según ComputerWorld “ningún otro navegador ha perdido un mayor número de usuarios de manera más rápida, con la excepción de Netscape Navigator en la década de 1990”. Precisamente la solución que Microsoft defenestró para situar a Internet Explorer como dominador absoluto hasta la llegada de Firefox.
La cuota de mercado es un dato frío que puede no reflejar exactamente la problemática actual de los navegadores de Microsoft. Si lo trasladamos a usuarios comprobamos que es un auténtico desastre: en lo que va de año, Microsoft ha perdido 292 millones de usuarios en navegación web con lo que ello implica porque se trata de una aplicación fundamental.
¿Hay solución para los navegadores de Microsoft?
No lo vemos a corto plazo. Microsoft dejó de soportar oficialmente en enero versiones anteriores de Internet Explorer y ahí comenzó la caída. Los usuarios tenían la opción de pasar a IE 11 o a Edge, o buscar un navegador alternativo, y parece que hicieron esto último de forma mayoritaria.
Internet Explorer no es el futuro de Microsoft y se mantiene -dice la compañía- para ofrecer compatibilidad en aplicaciones profesionales. Edge sí es una buena base de un navegador moderno, más compatible y rápido que IE, pero el problema es su retraso en el desarrollo de funciones como las extensiones y sobre todo que solo está disponible para Windows 10 dejando a un lado decenas de millones de máquinas con Windows 7, especialmente.
¡Redmond, tenemos un problema! Hay una millonada en juego porque el navegador es vital para acceder a las búsquedas y la publicidad en Internet. Y esto en el escritorio donde los navegadores se pueden mantener al ser parte del sistema operativo Windows, porque si sumamos la problemática de Windows Mobile y la irrelevancia del sistema en smartphones, la situación se ve aún peor.
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